s dejamos un extracto de lo que decía, sobre Vega Baja, el Presidente José María Barreda, en 2011, en el libro dedicado a Toledo "Paisaje y Paisanaje"
"Vega Baja
Para que Toledo permanezca viva, hay que darle vida. Por ello, estamos ordenando esta parte de la ciudad histórica donde se podrá caminar agradablemente desde el circo romano, limpio y adecentado, y la basílica de Santa Leocadia, hasta la Fábrica de Armas de Sabatini (...). No podemos incurrir de nuevo en el error de olvidar una vez más ese pasado (...).
El Toledo antiguo no se cierra con las murallas. Al otro lado del recinto fortificado sigue habiendo mucha ciudad antigua. Más allá de esa muralla que encierra la trama medieval, la ciudad histórica se expande. Es a partir de ahí, junto al lecho del río, donde hallamos la "ciudad regia". Y no hay separación posible entre el granito de la ciudad amurallada y las tierras de la Vega, lugares donde se edificaron iglesias y palacios y se celebraron Concilios. Tiempo y ciudad de los visigodos del siglo VI y VII. Toledo se convirtió en la capital de la mayor parte de la Península que había sido provincia remota de Roma y aún más lejana de la Bizancio inspiradora de los visigodos. La imitación del imperio fue probablemente la guía para erigir el conjunto palatino, tal como se levantó en Constantinopla (...). Con esta hipótesis, junto a muchas otras, se trabaja en las excavaciones de la Vega Baja, interpretando los restos arqueológicos, de ahí su gran importancia.
Frente a quienes alguna vez pensaron bárbaramente que debían enterrarse bajo el hormigón estas páginas del gran libro de Toledo, estamos quienes defendemos la continuidad de la Historia, la importancia de estos pasajes escritos en terreno anegadizo, con mensajes que hay que descubrir y que deben ser sacados a la luz (...).
En efecto, Vega Baja es en Toledo, algo más que el antiguo y extenso solar desplegado, como un desierto urbano, entre la antigua Fábrica de Armas y el barrio de Santa Teresa. Hoy, presente y futuro se encuentran en un mismo espacio, donde conviven los hallazgos areqológicos con el campus tecnológico de la Universidad. Esta realidad es el fruto de una decisión difícil que tomé tras constatar la existencia de un yacimiento donde se oculta una ciudad visigoda única en Europa, que debía recuperarse para las generaciones presentes y futuras.
Debemos sentir el llamado de Urabayen, que denunció el expolio del patrimonio toledano (...). Es a nosotros a quienes corresponde su regeneración (...)".
Hoy, sin embargo, 10 años después de estas palabras y 15 de la paralización del proyecto urbanístico de Vega Baja, sigue pendiendo sobre el yacimiento la espada de Damocles, gracias a la aprobación por parte del Ayuntamiento de Toledo y en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, de la Modificación Puntual 28 del Plan General Municipal de Ordenación Urbana de Toledo de 1986, que ha recuperado, del POM de 2007 que anuló la justicia, 1.698 viviendas, además de usos dotaciones y terciarios, para ejecutar encima del yacimiento. Restos arqueológicos que, advertía el Presidente Barreda en 2011, algunos "pensaron bárbaramente que debían enterrarse bajo el hormigón"
Mientras este instrumento urbanístico siga en vigor, y no se anule, el yacimiento arqueológico de Vega Baja de Toledo, seguirá en peligro de ser cubierto de, y/o eliminado "bárbaramente" por, asfalto, ladrillo y hormigón.
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